V

Respirar sin esperanza - Como todo(s). Aunque el corazón y los pulmones no parecen ser de la misma opinión; ajenos al desánimo generalizado, a pesar del ambiente hostil, siguen adelante, sin cejar en su empeño, con fuerzas renovadas, no pierden la confianza y depositan todas sus esperanzas en el futuro. En las tablas de la ley no escrita del cuerpo está prohibido desesperar; el premio a este esfuerzo inhumano, la recompensa, es una detención súbita de las funciones vitales que no estaba en el plan inicial.