XII

Los individuos con reacciones rápidas, en estado de alerta continuo, cometen un gran número de errores en sus predicciones y acciones, en su mayor parte fruto de la precipitación; el beneficio evidente es que son eficaces en la prevención de males mayores y en la celeridad con que se enfrentan a los problemas. En el otro extremo de la disposición psíquica a actuar y tomar decisiones, los individuos con reacciones lentas, más reflexivos, disfrutan de una mayor tranquilidad y cometen muchos menos errores, pero la cuestión estriba en que son de una gravedad mucho mayor, incluso de consecuencias mortales, por su tendencia a no dar importancia a lo que requiere una atención inmediata, sin demora alguna. Unos se mueren de preocupación; los otros de no preocuparse. Alguien podría pensar que el término medio sería lo más adecuado y equilibrado, la forma ideal de comportamiento. También es un error. El interés reside en la serie y la gama completa del tipo humano, con todas sus intergradaciones y variaciones. El espectáculo del obrar así lo ordena.